Es para ti…

No me hubiera tomado el tiempo de dedicarte un puñado de palabras si esto no fuera realmente importante para mí.

Quiero empezar acotando que me ha costado un número incalculable de noches sin dormir y lágrimas en las mejillas esta decisión de por fin mandarte el final de todos mis borradores; como sea. Empezaré pidiéndote que espero (por el cariño que nos tenemos) tomes estas palabras de la forma más objetiva posible.

Para ti, mujer y madre abnegada, dura de corazón pero de alma noble y sabia.

Hemos pasado la vida escuchando historias de qué es un engaño y todo lo que acarrea, del dolor y humillación que vive una persona y su entera familia al ser protagonista o público de una traición. ¿Qué es lo que hice mal?, ¿Quién falló?, ¿Qué es lo que viene?. Esas son las preguntas que resuenan en tu cabeza cuando existe una traición, y ¿qué respuesta es la correcta?, esa es la verdadera pregunta.

No existe una objetividad absoluta respecto a una respuesta, pero de lo que estoy segura es que todos los argumentos quedan obsoletos cuando de justificaciones se trata.

 

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